master en cosmetica

 
A pesar de que la Unión Europea prohíbe en su legislación el testado de cosméticos en animales, organismos como Leaping Bunny Cruelty Free International certifican cuáles son las marcas que no utilizan animales para probar la eficacia de sus productos.
La cosmética libre de maltrato animal o, también conocida como cruelty free, nace para generar confianza en los consumidores que no quieren utilizar marcas que implican a los animales en su proceso de fabricación y perfeccionamiento de los productos.
Como venimos mencionando, aunque en Europa es ilegal vender y comercializar cosméticos testados en animales desde el año 2013, una parte de la sociedad sigue sin confiar a ciegas en el cumplimiento de esta normativa. ¿La razón? Dado que en Asia la legislación en este aspecto es mucho más laxa, existe el temor a que algunas marcas que venden en el mercado asiático, testen allí sus productos y los comercialicen posteriormente en Europa.
Por esta razón, el sello independiente Leaping Bunny Cruelty Free International, presente solo en los envases de algunas firmas garantiza para muchos consumidores que un maquillaje, un champú o una crema sean cruelty free.
Sin embargo, esto no quiere decir que aquellos productos sin el popular sello del conejito utilicen animales en sus ensayos clínicos y procesos de fabricación ya que, en ocasiones, pueden especificarlo por escrito al final de la descripción de sus ingredientes.
 
No, cosmética cruelty free no es sinónimo de cosmética vegana. Un cosmético vegano podría haber sido testado en animales y un cosmético cruelty free podría contener componentes no compatibles con el veganismo.
Del mismo modo que las personas que llevan una dieta vegana no toman huevos, lácteos o productos cárnicos, tampoco consumen productos testados en animales. Sin embargo, no todos los productos cruelty free son necesariamente veganos. Esto se debe a que algunos productos cosméticos pueden llevar ingredientes derivados de los animales, lo que hace que no sean aptos para quienes siguen un estilo de vida vegano.
En este apartado englobamos, por ejemplo, las cremas o productos cosméticos que contienen colágeno, una proteína que a menudo se obtiene de los huesos y los cartílagos de los animales. Una forma eficaz de cerciorarse de que un producto es 100% vegano consiste en buscar el sello distintivo que así lo certifica.
En la UE el más habitual es la etiqueta V-Label otorgada por la Unión Vegetariana Europea, aunque este certificado convive con otros similares a nivel internacional. Habitualmente se aplica sobre productos de distinto tipo (cosméticos, alimentos, productos de droguería, etc) y sirve como garantía de que se trata de un producto que no contiene ingredientes de origen animal. Igualmente, el sello V-Label ratifica que ese producto no ha realizado ensayos clínicos sobre animales.
Teniendo en cuenta que los sellos cruelty free y producto vegano no significan lo mismo, el listado de sellos que certifican una realidad u otra también es amplio. Así, si buscas cerciorarte de dar con un maquillaje cruelty free y/o vegano estos son los sellos que debes buscar en los envases:
 
Dado que testar productos en animales provoca cada vez más rechazo en los consumidores, en la última década han ido surgiendo nuevas técnicas de experimentación cosmetológica que evitan testar en animales y que son igualmente efectivas.
Una de las más conocidas y utilizadas en el mercado cosmético actual es el diseño de piel artificial. La impresión en 3D de piel humana artificial es un reclamo que permite comprobar si un producto cosmético genera irritación cutánea o alergias sin poner en riesgo el bienestar de ningún animal.
Esta alternativa es empleada para realizar los ensayos clínicos que demandan productos como los champús, desodorantes, geles o cremas, entre otros.
 
Al hilo de las conclusiones extraídas por el estudio realizado por la consultora Gran View Research, la industria de la cosmética vegana está actualmente al alza. Tanto es así que se estima que, de cara al próximo 2025,  alcance un valor que supere los 17.624 millones de euros de euros.
Esta realidad se traduce en que, de cara a los próximos años, la oferta de productos veganos y cruelty free será cada vez mayor, ofreciendo así a los consumidores la posibilidad de adquirir bienes de consumo respetuosos con los animales.
Si además de productos cruelty free estás interesado en consumir aquellos que son sostenibles, recuerda realizar tus compras en el comercio de proximidad y apostar por alimentos ecológicos. Este pequeño cambio en los hábitos de consumo reducirá sustancialmente tu huella de carbono, a la par que apoyas a los productores locales.
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